miércoles, 16 de abril de 2008

INTENSIÓN DE LOS OJOS


Creative Commons License

I.

La nada es un indicio:
Una fascinación que
Logra escapar a la memoria.

Más allá del sonido
Vibra la ausencia
Desconoce la intensión
Y la duda.

Advertimos entonces
Un estremecimiento.

La nada es el fondo:
El ser de la imaginación
Limitado en su infinito.

Entre la luz y la sombra
¿Habrá quién pueda ver
al tiempo agonizar y repetirse?

Conocemos entonces
La impotencia
(La angustia)
(La ignorancia)
(La nostalgia)

La nada es el miedo:
El verbo estéril.

Cuando todo es cierto
El caos publica
En el azar
El vacío…

Y el ser es pánico
Que inventa.


II.

Si esta oscuridad pudiera masticarse
Milagros de sangre
Sorbiera la mirada
Pero si
Por la angustia
Aprendemos a observar
Esos sabores
No habrá claridad
Que empañe los labios
Cerrados al asombro
De uno mismo.


III.

Entre uno y lo demás. Entre uno.
Un acertijo:
Que no es imagen lo que
Asiste a la mirada
No es mirar lo que descubre esa ausencia
Que no es abismo
Lo que nada aparece.



IV.

Se empujan las distancias
Más allá de sí mismas
Encima de las cosas el secreto:
Un espanto que llora
¡Hay que verle! –dicen
Avanzan
Pero el antojo es alto
Y se repite.


V.

Asistir imposible
Como un reflejo
Idéntico al sueño
En que se es.
Uno mismo.
Asistir así, de pronto
Al tiempo en que se encuentran
Sin nombre aún
Los estertores que paren al destino.

¡Acuéstate y sonríe!
Solloza la sangre
Que te hiere
Exuda el tiempo
Que te late tiernamente
Llora el reflejo que yace:
El dios de las pupilas.

¡Calla! Dítelo todo
Angustia más la luz
Que aún se adhiere
Las sombras de la piel
De lo no visto.

Asistir imposible. Uno mismo.
Al espacio en que transcurre
Vano
Aún sin nombre
El verbo detenido.


VI.

Inmóvil de. Inmóvil.
Inmóvil al designio
De toda consecuencia
(Avanzar no es cuestionamiento:)
Una alucinación demora
Lo que logra respirar el mundo
La ceguera: las posibilidades
El suspiro es la silueta que agoniza
Y el olvido es convulsión
Absorta en el atisbo
Del que mira.

Inmóvil… inmóvil avanzando
Inmóvil del temblor:
El adiós de las suposiciones
Inmóvil de la luz agazapada.
Inmóvil de. Inmóvil
Inmóvil al resumen
De todo encanto
(Saber no es la demora:)
El sé es un niño mudo
En el umbral del tiempo
En esa vacuidad
En que sonríe.
Inmóvil.


VII.

Tiene nada.
Necesita para poder deprimirse
Para poder respirar
Se asfixia con la muerte
Mira hacia sí mismo
Conspira con las mismas palabras
–No sé –dice.
Le queda el gesto
El eco del simulacro
La sonrisa detenida en el silencio
El silencio detenido que sonríe.


VIII.

Primero.
Fíjese usted allá en esa
Amanezca pensando que, si no fuera así
Pregúntele a quien mejor crea que si
No interrumpa su discurso por cada uno
Pero no alce la voz
Dese el lujo, de vez en cuando
Y calle, también, permita que el silencio

Segundo.
La duda que no consigue resolver
Seguramente ya habría agonizado
¿Es verdad, acaso, esa pregunta?
Los que duermen mientras hablan
Despiertan mudos
¡Arrúllelos! Bríndeles sueño
Sea de alguna manera.


IX.

Saber que puede sumarse a las palabras
Y así, más cuanto logre descifrar de las suposiciones
Y así, aun cuando espere más que sus imágenes
Que sólo atinan una venia
O al menos unas cloacas
De la talla de sus premoniciones
Hayan disuelto las líneas del presidio
Vuelve a creerlo
A saltar a lo posible
Para poder recluirse.



X.

…cuando se dice nada
Seduce lo posible.
Supe de la palabra muda
De la alucinación invisible
Del mimo del único gesto
Del único mimo.
(Cuánto extingue la pregunta)
La pregunta extinta


Distracciones.

…que acabamos siendo.
No siendo, en cuentas absolutas
Todas las formas de la memoria
Eternamente olvidadas.

Aprende la carne a posar de infinito
Harto aprende la mirada lo que es:
La forma única del pesar
Irreductible a lágrimas
A nada admirado
Por tantos sentidos
Todo aprende el sé
De ser caos
Nunca esa alucinación admitió conjeturas.

Qué miente cuando soy afuera
En todos los ojos de mí mismo
Qué miente durante mi ser de las cosas.

Conóceme madre
Soy el adentro tuyo
Aquí en estos rincones iluminados
Aquí, en totales pasajes de mi cuerpo
Afuera es el revés de los sentidos
El aposento del agua
Y la sed que pare el tiempo.


Poesía.

No puede
El ojo del abismo
Saber si el hombre
Cae o volará.


Esta obra está bajo una licencia de Creative Commons.